¿Hay vida más allá de D&D y MdT?
Cuando creé este blog, tenía la intención de escribir al menos cada dos días. Mi trabajo no me deja mucho tiempo libre, por lo que eso ya no estaría del todo mal. El problema es que la situación actual de los juegos de rol no da para tanto.
Antes, cada cierto tiempo, se podían encontrar algunas novedades en las estanterías de varias tiendas. Ahora, tenemos suerte si lo más reciente (con alguna rara excepción) es de hace un año. Las líneas de publicación de varios juegos parecen carentes de imaginación y de fuerza, y parece ser que ya está casi todo el pescado vendido.
Incluso Dragones y Mazmorras viene haciéndose repetitivo desde hace algún tiempo. Eberron no es suficiente para hacerme creer que su línea de productos ha recuperado frescura, aunque sea una de las posibles luces al final del túnel. Junto con Reinos Olvidados y DragonLance, configura la Tríada. Los mundos de juego habituales (por lo que he podido ver) de este juego, valga la redundancia.
Y lo más gracioso de todo, es que a pesar de las relativas novedades de D&D, la mayoría de mis jugadores siguen prefiriendo jugar con AD&D. Es decir, la versión anterior a la 3.0. Tal vez se deba a que en su día añadí reglas de mi propia cosecha, o a que jugábamos con un básico que carecía de tantos adornos, dotes y lo que fuera.
Los añadidos no son malos, de per se. Pero creo que el error radica en la presentación de estos, y no tanto en su naturaleza. El juego ha quedado maquetado de tal forma que “incita” al powergaming. Si, es más comercial, tiene más posibilidades de llegar a todo el mundo. Pero cuando la base de algo es una fantasmada, se tiende a engendrar mayores fantasmadas. Esto fue lo que le pasó a la línea de Mundo de Tinieblas, en su momento.
En resumidas cuentas, creo que AD&D se acerca bastante a una historia, un libro. A pesar de sus fallos (D&D mantiene bastantes de los mismos) y de su falta de realismo. Esto último si nos atenemos al libro básico, excluyendo ampliaciones. Y D&D 3.x se acerca en gran medida a una película, con sus acrobacias, sus giros, sus cosillas visuales.
Yo casi siempre he preferido los libros a las películas, aunque hay buenas excepciones. Esto no significa que no juegue a 3.x, sólo que hay cosas de esta edición que no me convencen. AD&D tampoco me convenció cuando lo adquirí, pero he hecho bastantes cambios y ha quedado una versión que tanto yo como mis jugadores habituales “aceptamos”.
De todas formas, lo peor que le ocurre a esta afición es precisamente el que sólo se pueda hablar de D&D y White Wolf. Han faltado muchos apoyos para otros juegos que pueden competir con ellos, tanto en calidad, como en sistema y trasfondo. Una verdadera lástima.
Estoy intentando cambiar eso. Pronto empezaré a hablar de otros juegos, aunque siga hablando de los juegos que ya he citado.
Un saludo.